El cercano acústico de India Martínez
Escenario Dial con la cantante cordobesa en El Molino
El locutor de Cadena Dial, Vicente Pardo, presentó el concierto, destacando el hecho de estar en un lugar emblemático y recordando que esa era la primera parada de muchas dentro de la iniciativa Escenario Dial, una manera más cercana y directa de disfrutar de los artistas. El productor, compositor y guitarrista Ricki Rivera apareció en el escenario para deleitarnos con un solo de guitarra justo antes que con su sencillez, naturalidad y belleza apareciera India Martínez para empezar el concierto con Los gatos no ladran.
Desde el principio pudimos gozar del sentimiento y fuerza que la artista pone en sus interpretaciones y que calan hondo. La propia India hablaba hace tiempo de la intención de “sentir cada palabra, cada frase de una canción y alcanzar el poder de transmitir”, y lo demostró. Nos habló de lo contenta que estaba de estar “en esta bonita tierra”, con un público con caras conocidas que la hacían sentir como en familia, excusa que algunos aprovecharon para invitarla a comer a casa sin reparos. Pero los problemas técnicos con el sonido no permitían a la artista estar cómoda, así que decidió apartar micrófonos, acercarse al público y seguir el concierto sin amplificar su voz. Si no era un concierto suficientemente íntimo, acabó convirtiéndose en un tú a tú entre India Martínez y Ricki con el público.
El concierto seguía, llenándonos con letras que le cantan al amor con esa última esperanza —Corazón hambriento— o líricas que hablan de la amistad —todos tenemos a nuestra Manuela, o hemos sido ella—. Y con un gran respeto decidió dar un homenaje a Enrique Morente, uno de los referente de la artista, con una interpretación que arrancó fuertes “ole” entre el público. Era un honor para ella pisar el escenario de El Molino, lugar donde el cantaor ofreció su último concierto. Le estaba gustando lo de cantar sin micrófono, era una manera diferente de mostrar su fuerza e India Martínez creía que estando en un espacio pequeño merecía la pena cantar de ese modo.
Se guardaba sus canciones más conocidas para el final. Cuando sonaron los primeros acordes de Olvidé respirar, el actual single con David Bisbal, el público no pudo esconder su alegría. India pedía con elegancia al público que cantase, y fueron los asistentes un muy buen sustituto del almeriense. Como lo fue Ricki cuando cantó la parte que Enrique Iglesias tiene en Loco, un dúo que pudimos escuchar hace dos semanas en el Palau Sant Jordi.
La interpretación de 90 minutos fue impecable, y me atrevo a decir que provocó más de una lágrima. India Martínez canta desde el alma, buscando en todo momento a cada persona del público con su mirada, transmitiendo ese sentimiento, tal y como hizo con Vencer al amor. Era el final del concierto, pero nos regalaron una canción más. Para despedirse escogieron la alegre Hoy, original de Gloria Estefan.
Así terminaba un concierto íntimo, exclusivo y pensado para fans, teñido con el sentimiento y la sonrisa de una de las artistas más importantes de nuestro país.